Estados Unidos no estaba para nada conforme con su preparación. El exceso de confianza, jugar a media potencia luego de una temporada desgastante o, quizás, una suma de ambas hicieron que los NBA cayeran en dos de sus tres compromisos en Las Vegas. Pero anoche, esas dudas se empezaron a despejar, ya que vencieron a España por 83-76 con una gran segunda mitad.

El juego comenzó como los típicos que suele jugar Estados Unidos ante potencias mundiales. Porque enfrente estaba nada más y nada menos que el último campeón del mundo (España ganó el Mundial de China 2019 venciendo a Argentina en la final). Y los dirigidos por Gregg Popovich iniciaron blandos, a la expectativa, como una continuación de los amistosos que perdieron ante Nigeria y Australia.

Así, al descanso los europeos ganaban 38-36, un marcador bajo, dando nota de las buenas defensas. Pero en el tercer cuarto, de la mano de Kevin Durant y Damian Lillard, los estadounidenses pisaron el acelerador y se llevaron puesto a España, llegando a sacar quince de ventaja. En el último período, España estuvo a la altura, estuvo cerca de remontar, pero la experiencia y calidad de Estados Unidos pudo más quedándose con el juego.

El goleador fue Lillard, con 19 puntos y 6 asistencias, mientras que Durant aportó 14. La sorpresiva figura del partido fue Keldon Johnson, el reemplazante de Bradley Beal. El novato, dirigido por Pop en los Spurs, llegó a la selección como acompañante para los entrenamientos. Pero ante la baja de Beal, se confirmó como miembro del equipo para Tokio y no defraudó. Anoche metió 15 puntos, 3 rebotes y 2 robos.

Por el lado español, el goleador fue Ricky Rubio con 23 puntos, seguido de Willy Hernangómez con 11. El debut de Estados Unidos en Tokio será ante Francia (ayer cayó, sorpresivamente, ante Japón) el domingo 25 de julio por el Grupo A.