No hay discusión. Por más haters que pueda llegar a tener, o por más que haya muchas personas que prefieran a Michael Jordan como el mejor de la historia, no se puede negar que LeBron James es el jugador más dominante e influyente en un equipo desde el retiro del 23 de los Chicago Bulls.

Los Ángeles Lakers sufrieron en demasía la ausencia de James por una lesión en el tobillo derecho que le impidió estar en un par de partidos, demostrando que la edad, en cuanto a su físico, no viene sola y tendrá que dosificar los minutos. Pero el equipo se desorientó y llegó a perder hasta con Oklahoma, uno de los peores del momento.

Pero el Rey regresó y los Lakers volvieron a ganar. Ya ante Cleveland hace un par de días, el alero demostró que regresó con todo y, ahora ante Houston Rockets volvió a brindar una función sólida que encaminó al equipo a su segunda victoria consecutiva para quedar con récord de 4-3 y no hundirse en la conferencia oeste.

Fue 95-85 ante los texanos. Sin brillar, pero tomando confianza para dejar atrás el comienzo irregular de la temporada. 15 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias en 35 minutos de James, para unos Lakers que apenas usaron nueve jugadores acusando la falta de rotación.

LeBron fue bien secundado por Anthony Davis que aportó 16 tantos y 13 rebotes, y por Russell Westbrook que rozó el triple doble con 20 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias. La grata sorpresa fue Carmelo Anthony, que con sus 23 puntos fue el goleador de la noche.

Mañana habrá revancha para los Rockets, ya que volverán a enfrentar a James y compañía en un back-to-back a partir de las 22:30 hs, hora dominicana.