Pese a que su estrella Trae Young tuvo que retirarse tras recibir un golpe en el ojo de Randle, fueron capaces de darle la vuelta gracias al 32-10 que se marcaron en el tercer periodo. Los Hawks, perdían por 28-51 a mediados del segundo periodo, volvieron a meterse en el encuentro.

Dejounte Murray  fue clave para los visitantes con la mejor anotación de su carrera NBA (36 puntos). Asimismo, el canadiense aportó 9 asistencias, 4 rebotes, 6 robos de balón y un tapón.

Murray, un All-Star la temporada pasada con San Antonio, comentó: “Soy un jugador confiado, y lo digo de una manera muy humilde. Pero, trabajo muy duro en mi juego. El Young salir me hizo mejorar un poco y unir a los chicos aún más”.

Young, volvió al terreno de juego con unas gafas protectoras y consiguió 17 puntos, 6 rebotes y 7 pases, aunque con un 7 de 22 en tiros de campo. «Me siento bien, pero no veía por un ojo. Cuando volví a la pista no quería lanzar en absoluto», reconoció.

Otros destacados por los visitantes fueron De’Andre Hunter con 21 tantos; seguido por John Collins con un doble-doble: 12 puntos y 13 rebotes.

Para los Knicks desde el año pasado está siendo una costumbre que les remonten tras el descanso, Jalen Brunson comandó su ofensiva con 20 puntos; secundado por R.J. Barrett con 19 tantos, y Julius Randle con 14.