No se esperaba un milagro, ni siquiera algo parecido a aquel equipo que en 2020 se alzó con el título, no, se hablaba de un nuevo proyecto, donde el grupo estuviera por encima y para eso Rob Pelinka confío en Darvin Ham, debía ser el hombre del futuro en el banquillo de los Lakers…

Y así, entre el debía ser y el ser la diferencia es abismal, pues nadie o casi nadie, quizás muy pocos, algunos de los rivales acérrimos de la franquicia tal vez solo ellos hubieran pensado que el elenco californiano iba a estar tocando fondo en la Conferencia Oeste de la NBA al momento de escribir este texto.

La crisis

Como lo lee, la franquicia más emblemática del básquetbol se encuentra sumida en el ostracismo y con marca de 2-8 no deja la mejor sensación entre sus seguidores en pos de pensar en una posible mejoría, pues tal como refleja la estadística de acuerdo con ESPN, con un rating ofensivo de 103,5 puntos por cada 100 posesiones, los Lakers son el peor equipo de la NBA en este vital aspecto.

Y muchos culpan o quieren desahogar sus penas y frustraciones otra vez con Russell Westbrook, tal como sucedió el año pasado pero los hechos en la cancha muestran lo contrario e incluso, la mejor cara del grupo en las recientes jornadas la ha mostrado Westbrook, registrando 16,5 puntos por partido, así como 5,8 rebotes y seis asistencias.

La fe de Darvin Ham

Sin embargo, en medio de este contexto, cuando todo apunta a el caos total, el entrenador Ham ha salido a dar la cara, mostrándose en extremo optimista y tal vez esa fe del dirigente sea la mejor noticia para los Lakers en este momento.

Tras ser increpado  por los malos resultados, Darvin Ham declaró a los medios que confía en salir del actual trance pues entiende que solo trata de un paso, algo normal durante el proceso para tomar la dirección que se quiere.

“… Esto puede estar sucediendo ahora, al comienzo de que tratamos de construir, pero no siempre será así, sé que vamos a dobla la esquina, pues no vine aquí a perder…”- precisó el estratega, tal como refieren The Athletic y Bleacher Report.

Las causas

Ham atribuyó como causas del mal resultado a las lesiones y a la falta de adaptación de los jugadores nuevos que han llegado y al respecto enfatizó: “… Son situaciones por las que pasan los equipos ganadores…”

Desde sus años en Milwaukee y Atlanta, bajo la égida de Mike Budenholzer, desde aquel entonces, hace ya uno diez años, Darvin Ham siempre destacó por su don de gentes, por ser un motivador, un hombre capaz de inspirar y sus palabras en medio de la crisis de los Lakers son una fiel muestra de ello; la fe inquebrantable en la victoria y la certeza de que para triunfar debes de sentir el polvo de la derrota.

¿Qué pasará?, ¿mejorarán los Lakers?, el tiempo dirá, pero por ahora, a Darvin Ham, hay que darle el beneficio de la duda.