El nombre de Chris Duarte no ha tardado en darse a conocer en la NBA. De hecho en su primer partido ya hizo historia con los Pacers al convertirse en el novato que más puntos ha anotado en su estreno con la camiseta de Indiana.

La temporada continuó con varias muestras de su talento y de su experiencia que desecharon todas las dudas sobre su edad y preparación (tiene 24 años y fue elegido en su último año universitario), más allá de algún bajón de nivel ya sea por lesión, por pérdida de la titularidad o por racha negativa de Indiana.

De todas formas, el criollo se despachó hace un par de noches ante los Warriors con una planilla de 27 puntos (10 de 16 en tiros, 2 de 3 en triples), siete rebotes, tres asistencias, tres robos y sin perder un solo balón en lo que fue triunfo ante el equipo de Curry y compañía. Pero, ¿y si se sabe que Duarte podría no haber recalado nunca en la NBA y haber jugado beisbol?

El hoy jugador de los Pacers no cayó enamorado del baloncesto hasta los 13 años. Antes como la mayoría de los niños que se criaban en las calles de Puerto Plata, Chris prefería el bate y la pelota. Era el deporte nacional y aunque ya había demostrado su calidad en las canchas de su barrio, el balón naranja no terminaba de llamarle la atención.

Así también, surgió su fanatismo por los Tigres del Licey, equipo al que apoya hasta el día de hoy, como se lo vio portando su camiseta en la previa de un partido de los Pacers ante San Antonio Spurs: “El padre que me crio era fanático de los Tigres del Licey, mi abuela también era fanática de los Tigres y ustedes saben que cuando uno es un niño le da mucha importancia y valor a lo que hace la familia”.

Chris Duarte con la camiseta de los Tigres del Licey

Solo un tiempo después, luego de algunos juegos en las pistas callejeras de baloncesto, en los que se destacaba en la modalidad de 3×3, llamó la atención del Club Deportivo Fantastico, equipo con el que empezó a jugar al baloncesto de manera más organizada y que le llevó a probar en las categorías inferiores de la selección caribeña.

Allí comenzó el camino que lo llevó a probar suerte a Estados Unidos, y el resto es historia. Baloncesto universitario en la NCAA, pick de primera ronda del Draft, y uno de los proyectos de la liga más completos del momento, al punto de haber controlado nada más y nada menos que a un Curry que está teniendo una temporada de MVP.