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Sencillamente la historia de Hansel Emmanuel se sigue escribiendo con letras doradas, ahora que forma parte de la Southland Conference de la División I de la NCAA, con el equipo de los Demons de Northwestern State, en cuyo partido reciente ha llamado la atención de los allegados a la disciplina del baloncesto.

El joven de 19 años nacido en Santo Domingo, con su particularidad de jugar este deporte con un solo brazo, tras haber sufrido una amputación cuando era niño en un accidente al intentar trepar un muro de concreto, algo que a la vez le ha servido de impulso y motivación para destacar en medio de esta importante limitación.

Considerando que, más allá de lo que debió padecer desde bien temprano, su talento siempre ha estado allí y lo ha podido trasladar a este nivel universitario, a tal punto de haber estampado su firma para un contrato publicitario con la reconocida marca Adidas, ahora que ya los jugadores en esta etapa pueden percibir dinero bajo este concepto.

En este sentido, Emmanuel ha podido ya ver acción en cinco partidos con los Demons, sin poder ver una considerable cantidad de minutos; pero su momento más resaltante acaba de ocurrirle en el último encuentro sobre Louisiana-Monroe, en el cual aportara 5 puntos, en la victoria 91-73 de su equipo.

Pero el detalle no ha sido solo este; sino que fue protagonista de la jugada del partido, cuando al momento de estar cobrando dos tiros libres, luego de haber encestado el primero, falla el segundo y el conjunto rival no se pudo hacer del balón, entonces tuvo la habilidad para cortar hacia el aro y recibir de nuevo la pelota para efectuar una volcada con su mano derecha que hizo estallar de júbilo a sus compañeros desde el banquillo.

Un chico que incluso había sido ojeado por prestigiosas universidades como Memphis, pero que se terminó decantando por Northwestern, que ha sido una especie de hogar confortable para él y en donde si algo no le ha faltado ha sido apoyo y oportunidades de jugar.

Todo un ejemplo de valentía y superación y de saber cómo romper paradigmas en la vida, teniendo el enfoque bien claro de seguir adelante con su familia como principal motor; tiene mucho por delante y ha demostrado que no existe impedimento alguno para seguir brillando en tan difícil mundo como el baloncesto.